Crónicas colombianas
Por José María Cánepa
Coordinador Gral. del Área de Modelos de ONU de ANU-AR.
Cali, ciudad de calles angostas y zigzagueantes, de gente amable y educada, donde el verde de los árboles se fusiona con el gris de sus edificios a ritmo de salsa. Ciudad que te recibe con su calor húmedo y sofocante, con su sabor a plátano en cada plato y su infinita variedad de frutas. Ciudad que respira a fútbol, haciéndote sentir que Argentina no está tan lejos, mientras te deja un picor de aguardiente en la garganta.
En éste bellísimo marco se realizó la II edición del Modelo de Naciones Unidas de la Ciudad de Cali (COLMUN CALI), teniendo por sede la Pontificia Universidad Javeriana y contando con el apoyo de la Asociación de Naciones de Colombia (ANUColombia).
Cuando tuve el honor de ser invitado a presenciar el evento no podía imaginarme con el maravilloso país con el que me encontraría, ni con las ricas vivencias con que alimentaría mi viaje. Quiero agradecer, en esta instancia, muy especialmente, a Juan Manuel Montoya (Coordinador Académico de COLMUN CALI) y a su familia, por abrirme las puertas de su casa y hacerme sentir uno más de los suyos durante esta hermosa estadía.
Colombia es un país munero, como suele decirse. Un país donde se viven con mucha pasión los Modelos de ONU, donde proliferan estos eventos y donde podemos encontrar eximios Delegados. Pude notar la fuerte competencia entre Universidades, pero también la cordialidad y la simpatía de muchos participantes que realmente supieron disfrutar de tan bella cita académica y social.
En el COLMUN CALI, a lo largo de 3 jornadas (20, 21 y 22 de septiembre), se representaron nueve comités. Cuatro Asambleas Generales (una de ellas en inglés), una comisión de OEA, una comisión de CEPAL, un Consejo de DD.HH, un Consejo de Seguridad y un Consejo de Seguridad ambientado en el futuro.
Mi doble rol de Observador e improvisado colaborador del Staff, me permitió recorrer todas las comisiones e interiorizarme en cada una de ellas. A veces como mero espectador, otras como activo Delegado invitado. De ésta manera, a la vez que contribuía con el Comité Organizador, pude inmiscuirme en el mundo de los Delegados colombianos.
Como Delegado pululé por el Modelo representando a Malí, a la República Popular Democrática de Corea, a Siria y a Argentina. Esta actividad, además de ser un interesante ejercicio de improvisación y adaptación, me permitió conocer a excelentes personas y a excelentes Delegados. Si algo debo recalcar, es la calidad humana de muchos colombianos, de los más variados rincones del país, con los que forjé una bella amistad.
El factor común entre tantos Delegados, secundarios y universitarios, en nueve comisiones, fue el elevado grado de participación. El Delegado colombiano es muy activo, estando siempre deseoso de hablar. Observé un buen nivel de oratoria y algunos puntos altos en preparación académica. En todos los comités había al menos un buen participante, lo que da idea de la gran cantidad de Delegados expertos que posee el país. Dos comisiones en particular llamaron mi atención por la dedicación y el esmero de sus integrantes: el Consejo de Seguridad y el Consejo de Seguridad Futurista.
En el primero de ellos se vieron acaloradas discusiones, como por ejemplo en el tópico de Corea del Norte. La férrea personificación de los Delegados no imposibilito que, tras los debates, la cordialidad y las sonrisas fueran lo predominante.
El Consejo de Seguridad Futurista despertó mi atención desde un comienzo. En los Modelos ANU-AR venimos representando desde hace años comisiones futuristas; la posibilidad de escrutar éste tipo de comités en otro país y con un tema que casualmente ya habíamos abordado en varias de nuestras ediciones anteriores (el agua como desencadenante de conflictos armados), resultaba sumamente atractivo. El comité no desilusionó. Los participantes se adaptaron muy bien al especial marco de la simulación y brindaron interesantes y enardecidas discusiones.
No puedo dejar de resaltar el meritorio desempeño en el Modelo de una delegación venezolana, representante de la Universidad Católica Andrés Bello, la cual ya ha confirmado su participación, al igual que otras destacadas instituciones, para la edición 2014 del Modelo Universitario Internacional de Naciones Unidas de la Ciudad de Buenos Aires (MUNUCBA).
En el acto de clausura del evento fui cordialmente invitado a brindar unas palabras. Fue mi oportunidad de dar a conocer en mayor profundidad las actividades de ANU-AR, al tiempo que dejaba algunas reflexiones sobre la realidad internacional. Debo agradecer no sólo el espacio cedido, sino la atención e interés con el que se siguieron mis palabras. Las múltiples consultas tras el cierre del Modelo hacen augurar que contaremos con cuantiosos representantes colombianos en el MUNUCBA 2014.
Tras algunos días más en Colombia, regresé a Argentina. Me llevo de ese hermoso país y de su amigable gente, un sinfín de emociones y experiencias. Me llevo Salento y sus casas coloridas, me llevo el gusto a guanaba y a lulo, me llevo la vista panorámica desde el Cristo Rey. Me llevo el sabroso desgranado, las gatas de Tejada, el cholado y las calles coloniales de San Antonio. Me llevo los aborrajados, las marranitas, las tostadas de plátano con ahogao y las deliciosas empanadas. Me llevo el sancocho de gallina, el gusto tentador del ron y del refajo y la libertad incomparable que se respira en los ríos de San Cipriano, pero me llevo sobre todo las ganas inmensas de volver a Colombia.